Lord Sapphire: El libro es El Capitán Alatriste, de Pérez-Reverte. Si no lo has leído, deberías hacerlo, es estupendo.
Rogue Two: Eso mismo. Por cierto, te juro que te he escrito, lo que pasa es que aún no te he enviado el email...
Epi: ¿De verdad es tan buena? Tengo la sensación de que nadie la ha entendido. En fin, Charo es un muñeco de madera en este chiste, no es ella de verdad y por eso no le responde... pero me temo que no he sabido dibujarlo bien y no se ve. En cualquier caso, yo no tengo traumas infantiles, sólo aquel asunto de la Cosa del Sótano, pero le he pagado un yate a mi psicoanalista para que me convenza de que no fue real, así que mejor no sacaré ese tema.
Hola marta!, soy leo el de la facul. Me ha encantado tu ultima entrega de la oveja negra. Aun no estoy muy puesto en tus personajes, pero no he podido evitar acordarme de la Charo de recursos... al leer que una oveja se llama asi.. un saludo.
Epi: Sí, eso mismo. En fin, es una tira de doble interpretación, o triple. Por eso es filosófica.
An: Muchas gracias,es una alegría ver que os gustan las tiras. Hace mucho que no me paso por tu blog, en cuanto acabe los exámenes tengo que hacer una "barrida" por todo el blogroll, para ver las cosas nuevas que habéis puesto...
Leogeo: ¡Bienvenido al monstruoso mundo ovejuno! No sabía que la de Recursos se llamara Charo, tendré este año esa asignatura.
Responsable: Quizá no debas hacerle eso a tu jefe. Según el teorema de Dilbert, son los más incompetentes aquellos a los que se asciende (para que dejen de molestar) y que acaban ocupando el puesto de directores de la empresa. Por tanto, es probable que si le dejases a tu jefe un muñeco de ti mismo, se pasara días gritándole que saliese de su despacho, y eso dañaría sus cuerdas vocales. Pobre hombre.
9 comentarios:
Pobre Oveja Negra, como le ignoran... Por cierto, ¿cuál es el libro?
¿El libro? Hombreee... está claro:
"El Capitán A..." bueno, mejor no, que no quiero destripar el final.
Juas!
Muy buena la viñeta. Por cierto ¿no reflejará algún trauma infantil? XD
Lord Sapphire: El libro es El Capitán Alatriste, de Pérez-Reverte. Si no lo has leído, deberías hacerlo, es estupendo.
Rogue Two: Eso mismo. Por cierto, te juro que te he escrito, lo que pasa es que aún no te he enviado el email...
Epi: ¿De verdad es tan buena? Tengo la sensación de que nadie la ha entendido. En fin, Charo es un muñeco de madera en este chiste, no es ella de verdad y por eso no le responde... pero me temo que no he sabido dibujarlo bien y no se ve. En cualquier caso, yo no tengo traumas infantiles, sólo aquel asunto de la Cosa del Sótano, pero le he pagado un yate a mi psicoanalista para que me convenza de que no fue real, así que mejor no sacaré ese tema.
Jum... pensaba que Charo estaba al principio y luego había dado el cambiazo por un yo de madera.
Claro, claro, claro... la Cosa del Sótano, ejem... XD
Jejeje, muy buenas, sobre todo la del tatuage y la de la tinta imbisible. saúdOs
Hola marta!, soy leo el de la facul.
Me ha encantado tu ultima entrega de la oveja negra.
Aun no estoy muy puesto en tus personajes, pero no he podido evitar acordarme de la Charo de recursos... al leer que una oveja se llama asi..
un saludo.
Me has dado una idea, construiré una figura mía en cartón piedra y se la enviaré a mi jefe a ver si deja de comerme la olla con gilipolleces.
Besos
Epi: Sí, eso mismo. En fin, es una tira de doble interpretación, o triple. Por eso es filosófica.
An: Muchas gracias,es una alegría ver que os gustan las tiras. Hace mucho que no me paso por tu blog, en cuanto acabe los exámenes tengo que hacer una "barrida" por todo el blogroll, para ver las cosas nuevas que habéis puesto...
Leogeo: ¡Bienvenido al monstruoso mundo ovejuno! No sabía que la de Recursos se llamara Charo, tendré este año esa asignatura.
Responsable: Quizá no debas hacerle eso a tu jefe. Según el teorema de Dilbert, son los más incompetentes aquellos a los que se asciende (para que dejen de molestar) y que acaban ocupando el puesto de directores de la empresa. Por tanto, es probable que si le dejases a tu jefe un muñeco de ti mismo, se pasara días gritándole que saliese de su despacho, y eso dañaría sus cuerdas vocales. Pobre hombre.
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